San Salvador Marzo 28, 2009.
El salvador recivio a Estados Unidos por la segunda fecha en la hexagonal final clasificatorio al mundial Sudafrica 2010.
Mas de 30 mil almas - todos los boletos fueron vendidos 3 dias antes del encuentro - se hicieron presentes al monumental Cuscatlan para presenciar este encuentro.
El Salvador dejó ir una victoria en los últimos 15 minutos del encuentro ante Estados Unidos al permitir la remontada que en ese lapso alcanzó la igualada a dos goles y se llevó un empate de visita y mantuvo el liderato de la eliminatoria de la CONCACAF.
El equipo de Carlos de los Cobos hizo una inmejorable propuesta de partido jugando con un orden envidiable en todas sus líneas, marcando en zona con mucho sentido de anticipación y de marca, sin golpear, pero encimando cuando era necesario.
Controlando bien los espacios, El Salvador tenía tiempo para armarse bien al momento de recuperar la pelota. Así, cuando Cristian Castillo se juntaba con Pacheco, y estos buscaban el complemento con Osael Romero y Cheyo Quintanilla para incomodar la zona baja de Estados Unidos, el equipo cuscatleco daba la sensación de poder hacer daño.
Al minuto 15, una triangulación entre Rodolfo Zelaya, Osael Romero y Cheyo Quintanilla, terminó con un pase al espacio para el zurdo del Águila quien vencía por abajo al meta Gusan del equipo de "las barras y las estrellas". Fue la locura en las gradas.
De ahí en adelante, el equipo salvadoreño mantuvo el orden y no permitió llegadas claras de los estaodunidenses hasta el final del primer tiempo. Antes de finalizar esa primera parte, al minuto 42 se anuló una jugada de gol del gringo Danny Califf por posición adelantada.
La Selecta siguió viéndose bien en el inicio del complemento. Los regates de Castillo y Zelaya adelante, más las excelentes coberturas de Mardoqueo, Sánchez, Pacheco y Salazar, mantenían a raya a los del Norte.
Como EE.UU. atacaba, abrió espacios, y por ahí se filtró Zelaya con picardía por derecha, y al 73' centró para que Christian Castillo le ganara el salto a Hejduk y desatara la locura en el Coloso de Monserrat. Era un 2-0 que pocos pensaban, que pocos soñaban.
El cansancio ya era evidente en los azules. El "¡Sí se puede!" no alcanzaba. Montes salió al 75' bajo aplausos y entró Gómez.
Y al 75', llegó una jugada clave: Castillo intentó una pared con Zelaya, pero el jovencito ya no tenía piernas y se quedó en el suelo, lastimado. La Azul, a contrapierna, no pudo evitar que Hejduk ganara por derecha para centrar al gigantón Altidore, que había entrado de cambio, y puso el descuento al 77'.
Fue feo, quizá injusto, pero real. Y desde entonces, Bradley resumió el juego de su equipo a lo mismo: balonazo hacia adelante, donde Altidore, Ching, Dempsey y luego Torres peleaban fuerte ante una desesperada defensa cuscatleca.
La Azul aguantó hasta el 87', cuando Donovan impulsó un centro desde la derecha que llegó a cabecear Hejduk para el 2-2. Luego vinieron siete minutos de descuento que pusieron el corazón del Cusca al borde del infarto. Pero sobrevivió. Con taquicardia y empatitis, pero la Azul sigue viva, e invicta, hacia Sudáfrica.
