Premio a la garra. A la Azul le basto el orgullo para rescatar un partido que lo tenía en contra -incluyendo al árbitro- y arrancarle un empate (2-2) impensable por momentos a Trinidad y Tobago en su debut en la hexagonal rumbo al Mundial Sudáfrica 2010.
En el fútbol moderno no siempre gana el mejor. Trinidad y Tobago vino a pasear su experiencia en el Cuscatlán, pero no le bastó. Aunque sí demostró que venía a por el partido.
El 4-4-1-1 que mandó Carlos De los Cobos le dio la pelota a los triniteños y estos no lo desaprovecharon, aunque contaron con un error del portero cuscatleco para irse arriba, al 6', en una falta de cobertura defensiva que permitió a Carlos Edwards sacar un potente disparo desde fuera del área que encontró a Juanjo desubicado para vencerlo.
La Azul daba la impresión de que era mejor, tomó la pelota, ubicó hombre de cara al gol, pero el mal eterno de la falta de definición volvió a aparecer. Porque no se va a negar que la Selecta tuvo un par de ocasiones más y obligó a Trinidad a defender hasta con nueve hombres.
Mucho castigo. Pero volvieron a aparecer los errores para que nos costará otro gol en contra. En una jugada infantil de Luis Hernández, que dejó que Stern John lo superara con un finta anunciada lo derribó en el área para hacerle fácil la tarea al árbitro mexicano Marco Antonio rodríguez para pitar penalti. El veterano Dwight Jorke se paró frente a Gómez y lo batió por segunda vez en el partido.
El 0-2 obligó a De los Cobos a cambiar el esquema y lo transformó en un 4-4-2 al mandar a William Torres Alegría por "Luisón" Hernández, bajó a Shawn Martin a la defensa y ganó más presencia en ataque.
Un penal inexistente, al 46', estuvo a punto de infringirle más castigo a la Selecta, pero John se encargó de dictar justicia lanzando su tiro a las gradas del coloso.
A partir del 79' El Salvador comenzó a creen en la hombrada. Rodolfo Zelaya estuvo a punto, pero el Clayton Ince se lo impidió, luego Cheyo, Castillo, hasta que llegó la falta al borde del área para que Osael Romero comenzara a escribir su capítulo más glorioso en el fútbol salvadoreño. Un golazo de tiro libre encendió los ánimos de todos los presentes y el milagro, quizás, empezaba a gestarse.
Porque no se veía por donde la Selecta podía llegar al empate. Pero si anoche los salvadoreños bajaron los santos del cielo, lo hizo un tal Romero, de nombre Osael, con otro tiro libre, cuando Rodríguez ya pensaba en llevarse el pito a la boca y pitar el final. Al 94' se instaló la locura en el Cuscatlán. El Salvador rió por último, y lo hizo mejor.
Video del partido El Salvador v. Trinidad y Tobago. Febrero 11, 2009 >>